La Escuela San Alberto Hurtado fue el escenario de una experiencia culinaria única, donde los pequeños chefs se convirtieron en los protagonistas de una deliciosa aventura. Bajo la atenta mirada y guía experta de la Tía Paulina Gallardo, los niños y niñas de los cursos más pequeños se embarcaron en la creación de una exquisita torta de frutillas y crema chantilly, con una base de galletas de champaña.
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La cocina se convirtió en el lugar perfecto para potenciar habilidades motoras y sensoriales en los más pequeños. Con cada movimiento, los niños demostraron su destreza y creatividad, mezclando ingredientes con entusiasmo y aprendiendo valiosas lecciones culinarias.
El trabajo en equipo fue la clave del éxito, cada niño y niña aportando su toque especial para crear una obra maestra culinaria que dejó a todos con la boca abierta. Los padres y madres observaron emocionados cómo sus pequeños chefs se desenvolvían con confianza en la cocina.
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Esta experiencia no solo fue una lección de cocina, sino también una lección de vida. Los niños aprendieron la importancia de la colaboración, la paciencia y la creatividad en la búsqueda de un objetivo común. La Tía Paulina Gallardo se convirtió en la guía y confidente de estos pequeños chefs, fomentando su amor por la cocina y su confianza en sí mismos.
El resultado final, la torta de frutillas y crema chantilly, no solo fue una deliciosa creación culinaria, sino también un símbolo de lo que se puede lograr cuando se trabaja juntos. Los sabores se mezclaron en armonía, reflejando la unión y el esfuerzo de cada niño y niña involucrado.
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Esta jornada culinaria en la Escuela San Alberto Hurtado quedará grabada en la memoria de todos los participantes como un día lleno de sabor, aprendizaje y momentos inolvidables. ¡Esperamos con ansias la próxima aventura en la cocina!
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