En octubre de 2013, la Escuela Especial Nº 2430 San Alberto Hurtado recibió el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación, marcando así el inicio de una década dedicada a la inclusión y al apoyo integral de niños y jóvenes con retos visuales, múltiples y sordoceguera, a jugársela por la inclusión.
Desde entonces, nuestra misión ha sido clara: potenciar el desarrollo máximo de las habilidades comunicativas, educativas, pre-laborales y sociales de nuestros estudiantes, promoviendo su autonomía, autoestima y participación plena en la sociedad.
Uno de los pilares fundamentales de nuestra institución es el enfoque temprano en la atención, brindando apoyo desde la etapa de pre-escolar hasta el nivel Laboral. Este abordaje holístico asegura que cada estudiante reciba el apoyo y las herramientas necesarias en cada etapa de su desarrollo.
Pero lo que hace especial a la Escuela San Alberto Hurtado es su dedicación pionera en el área de sordoceguera. Fuimos la primera institución en reconocer explícitamente la atención a este grupo de beneficiarios, marcando un hito en el camino hacia la inclusión total.
Nuestro compromiso se extiende más allá del aula; trabajamos en estrecha colaboración con las familias, facilitando procesos de aprendizaje y fomentando la integración de los padres en la educación de sus hijos. Nuestras jornadas, tanto matutinas como vespertinas, están diseñadas para adaptarse a las necesidades de cada familia.
El éxito de nuestra labor se basa en un equipo altamente especializado, compuesto por profesoras de educación diferencial con experiencia en problemas visuales y auditivos, así como educadoras de párvulos, terapeutas y co-educadoras, todas y todos comprometidas con el bienestar de nuestros estudiantes. Además, somos orgullosos de contar con profesionales con discapacidad auditiva, que enriquecen nuestra perspectiva y fortalecen nuestro compromiso.
En nuestra Escuela, no hay un enfoque único para todos. Cada estudiante es único, y, por lo tanto, diseñamos programas de trabajo individuales que respetan sus ritmos y necesidades. Esto se refleja en nuestro enfoque curricular funcional, que se centra en las habilidades esenciales que prepararán a nuestros estudiantes para una vida plena y productiva.
Las destrezas y habilidades se enseñan a través de todas las áreas de la vida, desde la independencia hasta el trabajo, pasando por la educación regular y la vida en comunidad. Adaptamos y modificamos los materiales y métodos de enseñanza para garantizar la máxima participación de cada estudiante en todas las actividades.
Hoy, al celebrar una década de compromiso inquebrantable con la inclusión, miramos hacia el futuro con gratitud por el camino recorrido y con una determinación renovada para seguir adelante. En la Escuela Especial San Alberto Hurtado, cada día es una oportunidad para crear un entorno donde cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial y ser una parte valiosa de nuestra comunidad. Estamos, jugados por la inclusión